El Partido Popular de San Vicente pide al Ayuntamiento que “invierta en la salud de sus vecinos, con la obtención y realización de test y ajustar así las precauciones a las necesidades reales de la población” afirma el concejal Popular, Pablo Cremades.

El grupo municipal Popular, solicitó ya el pasado día 8 de abril, la elaboración de un plan de distribución de material de protección que llegasen a toda la población. Propuesta que han reiterado una vez más, en el  Plan de Medidas Sociales planteadas al Equipo de Gobierno local, como medio para paliar los efectos de la crisis económica y social  que está causando la actual situación sanitaria.

“Exigimos una vez más que se lleve a cabo este plan de distribución de mascarillas y se repartan entre la población” como han hecho otras poblaciones vecinas. “La máxima prioridad es la salud de los sanvicenteros y la mascarillas es una protección básica y recomendable, tanto por la OMS, como por el propio Gobierno Central, a la hora de salir a la calle”, recuerda el edil Popular.

Los populares aseguran que “esta inversión en mascarillas repercute directamente en la salud de los vecinos y aquí no caben dudas, este reparto debe ser inmediato” ante la denominada “desescalada” iniciada el pasado domingo por el Gobierno, con la salida de los menores de 14 años, que suponen aproximadamente un 16% del censo de habitantes. Y en previsión de los inminentes anuncios de, por una parte, la posible apertura para el sector de alimentación en mercadillos a partir del día 1 de mayo, y por otra del previsible anuncio de salida individual de adultos, alrededor de otro 60 % de vecinos,  para poder hacer deporte y pasear, a partir del próximo 2 de mayo.  “Las familias estarán más seguras en estos paseos”, incide el concejal.

“El Equipo de Gobierno municipal ha contado y contará con el apoyo del Partido Popular en todas las medidas que incidan en la prevención del contagio del coronavirus y la protección de los vecinos San Vicente”, afirma el portavoz Popular, Óscar Lillo. Pero recuerda que “no es lógico iniciar la “desescalada” y permitir la salida a las calles,  o la reanudación de la actividad comercial en próximas fechas, si la población no cuenta con los medios de protección necesario,  y si no se realizan de forma mucho más intensa test a la población” a lo que añade “estaríamos echando por tierra todo el esfuerzo del confinamiento al que se ha visto sometida la población durante casi dos meses, y supondría haber dado un paso en falso” concluye Lillo.