EL PP DENUNCIA QUE EL “DESGOBIERNO” DE PSOE-EU DERIVA EN LA IMAGEN DE DEJADEZ DE SAN VICENTE
04.08.2021

Los Populares evidencian la dejadez generalizada en la localidad, tanto en los ámbitos de gestión, como en servicios y mantenimiento, que afecta a la imagen de la localidad y a sus vecinos. Y piden al alcalde soluciones, y que deje de gobernar por inercia como en los 6 años que llevan al frente del Ayuntamiento.

El portavoz Popular, Óscar Lillo, manifiesta su pesar en este sentido “es una verdadera pena ver como se está degradando San Vicente en todos los sentidos” señala Lillo “hemos pasado de estar a la cabeza de las localidades de la comarca e incluso de la Comunidad Valenciana, a salir en los medios por estar investigados por Fiscalía”.

Una clara imagen de esta dejadez, además de índole gráfica es el estado en que se encuentran carteles que dan acceso a zonas importante de nuestra localidad, parques, polígono industrial, en el apeadero del tren que llega a nuestra localidad” señala el portavoz “dicen que una imagen vale más que mil palabras, no creo que sea muy buena la primera impresión de quien llegue a nuestra localidad y no lea ni siquiera el nombre de donde está”.

Son reiteradas las denuncias públicas y publicaciones en redes sociales que han realizado los Populares, “los vecinos son los que cansados de no encontrar soluciones, nos piden ayuda para evidenciar la situación que se está dando en nuestra localidad, con la suciedad en las calles, la poda de árboles que incluso tapan señales de tráfico, las plagas de cucarachas, contenedores estropeados, alcorques llenos de hierbas. No es algo que critiquemos nosotros por el hecho de estar en la oposición, es tan fácil como salir caminar por nuestras calles para verlo. Por lo que deduzco que hay quien o bien no se pisa nuestras calles, lo ve y pasa de largo, o no es capaz de solucionarlo.”

Lillo afirma “los primero afectados somos los propios vecinos de la localidad, que vemos como seguimos pagando los mismos impuestos, pero no el reflejo de nuestro sacrificio en la gestión municipal, ni en los servicios que recibimos. Como cualquiera de nuestras casas es necesario un mantenimiento periódico y continuado, para que no se llegue al deterioro, lo que conllevará además que la solución posterior, requiera del doble de esfuerzo y coste”.

Al la imagen de dejadez física hay que añadir la imagen a nivel institucional, donde San Vicente no deja de salir en titulares de concejales del equipo de gobierno que menosprecian a trabajadores municipales y que finalmente acaban siendo llamados en calidad de investigados por la Fiscalía” a lo que el portavoz añade “y de forma contradictoria, también nos tenemos que enterar por la prensa en vez de por nuestro alcalde, del toque de queda de la localidad o de que el TRAM llegará hasta el hospital. Es el reflejo de la precaria comunicación existente, San Vicente y el Gobierno de la Generalitat, entre Villar y Puig, a pesar de pertenecer al mismo partido”.

En opinión de los Populares “todo ello redunda en las falta de inversiones en la localidad, que ni siquiera se reclaman. Y al final se traslada a las inversiones privadas también. Un empresario elegirá el sitio que le resulte más atractivo para la instalación de su negocio, si la imagen que transmite San Vicente, no le proporciona la seguridad necesaria, su inversión se irá a otro lugar, y con ella, los puestos de trabajo de los que se podrían beneficiar a nuestros vecinos”.

El Partido Popular pide al máximo representante del gobierno municipal, que es el alcalde quien tiene que trabajar y poner solución a esta situación, empezando por el Ayuntamiento, convocar plazas y disponer del personal necesario para dar el servicio que requiere un consistorio de 60.000 habitantes, que prevean los proyectos que requiere una ciudad como la nuestra, que no caduquen los contratos de servicios y haya que recurrir a prórrogas forzosas, que se controle el servicio que se presta a la ciudadanía, no son cosas para dejar de la mano y gestionar por inercia “al equipo de gobierno un mes de agosto no les supone nada, puesto que llevan seis años de vacaciones” concluye Lillo.